Cuando escribimos nos esforzamos en hacerlo con corrección: vigilamos la gramática, la sintaxis, la ortografía y la expresión. Sin embargo, cuando hablamos, sobre todo si lo hacemos coloquialmente, nuestro mayor interés es ser comprendidos con pocas palabras, sin atender tanto a la belleza de los términos como a lo que estos sean capaces de transmitir al oyente.
En la anécdota que os traigo hoy, el oyente era un burro, y ciertamente con él funcionó mejor lo que su dueño le dió a entender y el tono con que lo hizo, que cualquier otro argumento.
¿Quién es más tozudo?
Diciembre de 1945.
Andaba Venancio arreando al pobre burro, que tirando exhausto de un carro cargado de aceitunas, vino a negarse rotundamente en la misma puerta de la iglesia.
La casualidad quiso que el señor párroco estuviera asomado a la ventana, a través de cuyos cristales observó a Venancio asiendo el látigo, seguramente para propinar unos azotes al pobre animal.
No tardó don Froilán ni diez segundos en llegar donde el carro.
-Don Froilán: Venancio, por Dios, no castigues al pobre burro, que ya sabes que esta especie es tozuda por naturaleza. Mejor deja que te ayude, a ver si tirando entre los dos…
-Venancio: que NO don Froilán, que no se trata de eso, y hágame el favor de marcharse usted, o el burro no se mueve en lo que queda de día.
-Don Froilán: A ver estimado feligrés, no me seas tú más burro que el propio asno; si tiramos entre los dos, posiblemente se mueva antes que si lo haces tú solo.
-Venancio: Ayyy Padre, que le digo yo que hasta que usted no se vaya no anda el burro.
-Don Froilán: ¡Señor, Señor, pero qué santa paciencia hay que tener con los animales! A ver, Venancio, empujemos los dos a la vez, a ver si podemos…
-Venancio: Me va usted a perdonar padre, pero veo que no lo entiende. Éntrese usted “padentro” o el burro NO ARRANCA. Padre, que es que a estas alturas, como esté usted aquí le digo yo que el burro no se menea.
Tanto insistió el campesino que al padrecito no le quedó más remedio que dar media vuelta y regresar a su casa.
No había terminado de cerrar la puerta cuando oyó gritar a Venancio mientras restallaba el látigo en el suelo:
-Me cago en D… y su madre la V… y en todos los áng… y los arcán… juntos, que como no andes te voy a meter un melón por el c… que te vas a acordar de tu p… m…, animal del demonio…
Dicho esto, el burro, rebuznó ruidosamente y se puso en marcha sin que Venancio tuviera siquiera que tirar de las riendas.
Don Froilán, que a pesar de haber entrado en casa, había escuchado perfectamente la sarta de improperios, se santiguó sin poder reprimir una sonrisa.
Adelaida Ortega Ruiz.
¡Ja ja ja!
ResponderEliminarTus anécdotas son muy amenas y divertidas.
Mientras leía iba pensando en qué podría consistir el impedimento de que andase el burro con la presencia del cura y el final me ha arrancado una carcajada.
¡Feliz 2010!
Curiosa sicología la del asno. Creo que la máxima categoria de animales tozudos la encabezan el asno y el mulo.
ResponderEliminarQuizá, en ocasiones, se a causa del contacto del animal con su dueño.
Feliz año 2010
Joder con el burro, jajaja...
ResponderEliminarY pobre cura!!
Qué cosas más divertidas nos cuentas, te voy a dar las gracias por sacarme otra sonrisa.
Besos.
Que bonito al acabar ,nos sale una sonrisa.Curiosidades de un pobre burro.
ResponderEliminarBello e intenso blog .
Felices fiestas y feliz año nuevo .
Un beso .
Sigo opinando que es más burro Venancio que ese pobre animalillo.
ResponderEliminarCon cariño y paciencia se consigue lo que se quiera de los animales, con las personas a veces ésto no funciona.
Enternecedor el burrito
Burrooooo el Venancio.
Besos y que en el 2010 se cumplan tus deseos.
Pues todo lo contrario que Emibel... yo creo que si andó el bicho fue por los improperios, que si no, ni la santa mano del cura ni na de na...
ResponderEliminarMuy bueno, Feliz año.
Hola Maria, otra vez me has vuelto a sacar una sonrisa con esa nueva anécdota de tu pueblo. Creo que don Froilan tenía razón cuando dijo
ResponderEliminar“que difícil es tratar con animales” ¿Por quien lo dijo por el burro o por Venancio? UN SALUDO Y FELIZ AÑO 2010 TONY
¡¡FELICES FIESTAS!!
ResponderEliminarILUSION, PAZ, AMOR Y PROSPERIDAD
PARA EL NUEVO AÑO QUE ESTA A PUNTO DE LLEGAR.
¡¡¡FELIZ AÑO 2010!!!
UN ABRAZO
RMC
Hola amiga bloguera , muy divertida tu historia jajaja .
ResponderEliminarQue tengas una entrada de año nuevo 2010 magnifica durante todo el año .
Un abrazo de MA desde Granada.
Hola Leona.
ResponderEliminarjajajjaja!
Eso es justo lo que me pasó a mí la primera vez que oí esta historia.
Un saludo.
Hola Tellagorri.
ResponderEliminarSí, curiosa psicología la del asno, aunque si te fijas no es tan rara. Yo creo que se estaba tomando un descanso, y en cuanto vio que la cosa se ponía sería...
Y el dueño, supongo que no querría usar su arma infalible de convencimiento delante del cura. Por lo menos el hombre tuvo un respeto. je je.
Saludos.
Hola Elena.
ResponderEliminarGracias a ti por todo, primi.
Un beso.
Gracias por tu visita Loli, y por quedarte entre los que se asoman a mi ventana.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado.
Un beso.
Hola Emibel.
ResponderEliminarPues la verdad es que a veces los animales son más humanos que los propios hombres. Tienes razón.
Un beso.
Hola Emilio.
ResponderEliminarPor supuesto que el burro andó por eso. Si no le llega a ver las orejas al lobo, a lo mejor está allí todavía. jajajajaja
Un abrazo y feliz año nuevo.
Hola Tony.
ResponderEliminarMe encanta que te diviertas con estas aventurillas, aunque... soy Adelaida, no María jajajaja.
No importa, un despiste lo tiene cualquiera, y yo a montones.
Un beso.
Hola RMC.
ResponderEliminarTe deseo lo mismo y gracias por visitarme. Es un honor.
Un saludo muy afectuoso.
Adelaida.
Hola Ma.
ResponderEliminarFeliz entrada de año para ti también, y a ser posible que dure la bonanza todo el año, hasta la próxima noche vieja.
Me encanta que te gusten las anécdotas y que te diviertas con ellas.
Un beso.
...es que después de sentir al dueño decir todas aquellas cosas y sin dejar de lado al pobre melón que nada tenía que ver con el culo del asno..., ya me dirás tú la reacción del pobre animal.
ResponderEliminarAnda que si fuera yo el animal..., no iba a subir y bajar cerros con tal de que no me alcanzara el melón!!!!.
Un beso.
Jajajjaajjajaja!
ResponderEliminarLola, que es que lo digo y no me canso: eres la caña de España.
¡Qué gracia tienes, joia!
Un besazo.
Jejeje, menudo burro, el Venancio y el burrito, ambos, si los animales es a lo que los acostumbras, debería llevar años con esa retaila el Venancio, tanto que hasta el burro que se volvió más ateo que su dueño jajaja.
ResponderEliminarBesitos.
A ver Adelaida..., cagarse se puede cagar encima de quién quiera, el problema es del destinatario si se deja..., pero eso del melón como que ya está más complicado.
ResponderEliminarEl culo es sagrado, Adelaida!!!!. Por el culo ni un pepino, así que deja el melón para el postre que, con solo pensarlo se me eriza el bello!!.
Pooooobre burro...
"Bello" de pelo..., de pelusilla..., con "V", pedazo de burra!!!.
ResponderEliminarFallo técnico Adelaida..., fallo dactilográfico!!!!!. Que vamos a hacer!.
Bueno Lola... el vello puede ser bello, aunque en las piernas es un fastidio jajjajaja.
ResponderEliminarEs fácil confundirse.
Y habrás estado tú pensando si lo pusiste bien o no... y como no te quedabas tranquila volviste a rectificar. Sabia decisión.
A mí me ha pasado a veces y lo bueno es intentar corregir los errores.
En cuanto al culo, el burro también pensaría que era sagrado, porque en cuanto se lo nombraron con un melón de por medio corría que se las pelaba.
Chaito amiga.
Hola Ruth.
ResponderEliminarPues sí, aunque yo creo que la fórmula milagrosa era el restallar del látigo en el suelo combinado con las palabras mágicas.
Besos.